sábado, 11 de febrero de 2017

¿Los Balrogs tienen alas?

 ¿Los Balrogs tienen alas?

 

            Probablemente esta sea la pregunta que más se repite sobre la obra de Tolkien, quizá con excepción de la naturaleza de Tom Bombadil. Sin embargo, he tardado mucho tiempo en realizar una FAQ sobre este asunto, habiendo ofrecido muchas respuestas de otros temas. ¿Por qué? Porque para mí es el gran enigma de Tolkien, no tenía una opinión clara, y no creía que mis palabras pudieran aportar algo a un debate muy longevo.

No es que ahora tenga una respuesta que antes no, pero pienso que se puede «poner las cartas encima de la mesa». En esta FAQ no hay una respuesta definitiva a esta gran incógnita, pero sí un profundo análisis de los textos y la evolución de algunos de ellos para que el lector conozca todo lo necesario para formarse una opinión, reforzarla o incluso cambiarla. Sin más preámbulos, comencemos…

El Balrog fue una criatura que «evolucionó» en el tiempo. Los primeros Balrogs aparecieron en La Caída de Gondolin (1916-1917) y eran guerreros que en ocasiones llevaban como montura a dragones de fuego. Desde luego no eran Maiar, no tenían ni «sombra» ni «alas», y tampoco volaban. Y así se siguieron conservando hasta el Quenta Silmarillion de 1937. Después Tolkien escribe El Señor de los Anillos y decide que un Balrog se interpondría en el viaje de la compañía, pero estaba insatisfecho con su descripción inicial (tenía ojos amarillos, brazos muy largos y roja lengua) y apunta: «Alterar la descripción del Balrog. Parecía tener la forma de un hombre, pero no se puede discernir con claridad» (La Traición de Isengard.p.233). Fue más tarde, en el manuscrito C, una versión previa al texto final, cuando aparecería esa sombra y forma de alas.

 

El Puente de Khazad-dûm.

«No se alcanzaba a ver lo que era, parecía una gran sombra, y en medio de esa sombra había una forma oscura, quizá una forma de hombre, pero más grande, y en esa sombra había un poder y un terror que iban delante de ella.
        Llegó al borde del fuego y la luz se apagó como detrás de una nube. Luego, y con un salto, la sombra pasó por encima de la grieta. Las llamas subieron rugiendo a darle la bienvenida y se retorcieron alrededor; y un humo negro giró en el aire. Las crines flotantes de la sombra se encendieron y ardieron detrás. En la mano derecha llevaba una hoja como una penetrante lengua de fuego y en la mano izquierda empuñaba un látigo de muchas colas.»

            Esta es la primera descripción del Balrog cuando se hace «visible» a la compañía, en la que predomina la palabra «sombra». La versión original cambia un poco el significado: «What it was could not be seen: it was like a great shadow, in the middle of which was a dark form, of man-shape, maybe, yet greater». Era como una gran sombra.

            Y ahora veamos las dos frases que originan el eterno debate:

«El enemigo se detuvo de nuevo, enfrentándolo, y la sombra que lo envolvía se abrió a los lados como dos vastas alas»

«El fuego pareció extinguirse y la oscuridad creció todavía más. El Balrog avanzó lentamente, y de pronto se enderezó hasta alcanzar una gran altura, extendiendo las alas de muro a muro…»

            La primera frase es claramente un símil. Es la sombra, la oscuridad, la que adquiere forma de alas. No son alas auténticas, es lo que dirían los que defienden que los Balrogs no tienen alas.

            La segunda frase no alberga dudas, dirían los que defienden que sí tienen alas. La palabra «como» desaparece y se describe claramente unas alas que se extienden de muro a muro.

Sin embargo no está tan claro. Podría estar utilizando una metáfora. La diferencia entre el símil y la metáfora es que en el primero se comparan dos términos semejantes entre sí utilizando conectores o nexos (es tan, es como, es igual que… p.e: «tus ojos son tan brillantes como el cielo y las estrellas»), y en el segundo no se compara, sino que se sustituye un término por otro (p.e: «el fuego de tus ojos», donde «fuego» es una metáfora a la pasión, intensidad o brillo). El mismo Tolkien, en la descripción inicial del Balrog escribió: «pudieron ver el fuego intenso de sus ojos amarillos» (La traición de Isengard.p.232).

¿Podríamos estar entonces ante una metáfora en la que «las alas» sustituye a «la sombra» de la primera frase que se abrió a los lados como dos vastas alas? Sí, podríamos. Tolkien solía utilizar este tipo de recursos; por poner un ejemplo de muchos:

«—Así habló Malbeth el Vidente, en tiempos de Arvedui, último rey de Fornost —dijo Aragorn:
Una larga sombra se cierne sobre la tierra,
y con alas de oscuridad avanza hacia el oeste.»
El Paso de la Compañía Gris. El Retorno del Rey

            Christopher Tolkien parece ser de esa opinión. Michael Martínez, reconocido estudioso de la obra de Tolkien y autor de Parma Endorion, en uno de sus ensayos reproduce una carta de Christopher Tolkien de 1998 en la que responde a un lector que solicitaba su parecer sobre el asunto de las alas.

«Por regla general, no me enviaban el material tardío de Markette (sic) -los textos mecanografiados por mi padre- y nunca los he visto en muchos casos… Así, nunca vi el texto mecanografiado final (el siguiente a la copia en limpio del manuscrito C -La traición de Isengard pp 223-242- de El puente de Khazad-dum (Markette nº 3/3/25). Presumo que fue ahí donde entró la mención de las alas del Balrog que se extendían de muro a muro. Podría pedirle a Chuck Elston, el infinitamente servicial archivero de Markette, que le busque el 3/3/25. Pero entonces probablemente no le sería de mucha ayuda, sin saber con precisión cuándo lo mecanografió mi padre: aunque en una carta del 28 de febrero de 1949 el escribió: «encuentro descomunal el trabajo de mecanografiar una copia en limpio del “Señor de los Anillos”». Yo, personalmente, nunca pensé que la segunda mención de las alas del Balrog tuviera un significado diferente de la primera.»
Traducción propia.

            Aunque Christopher es una persona cuya opinión es de gran importancia, cabe decir que no parece tener un conocimiento de este tema más allá de la interpretación que pueda hacer cualquier lector. Para él, la primera y segunda mención de las alas tienen un igual significado, es la sombra la que se abre a los lados como alas y posteriormente se extiende de muro a muro.

            Veamos ahora las diferencias entre los dos manuscritos previos, B y C, del capítulo El Puente de Khazad-dûm, y la versión final publicada.

«En el B solo se dice que el Balrog «se detuvo de cara a él»: en el C «el Balrog se detuvo, enfrentándolo, y la sombra que lo envolvía se abrió a los lados como dos grandes alas».* Inmediatamente después, donde en CA [La Comunidad del Anillo] el Balrog «se enderezó hasta alcanzar una gran altura, extendiendo las alas de muro a muro», ni el B ni el C tienen  las palabras «una gran estatura» ni hablan de «alas».

                                    * El segundo lo es Gandalf. CA tiene «la sombra que lo envolvía»
El Puente. La Traición de Isengard. p.238 y nota 17 p .242

            La puntualización de Christopher, ese asterisco, no se entiende si no lo leemos en la versión original, porque además, su traducción está incompleta. «The second him is Gandalf, not only from the syntax, but also because the Balrog is always referred to as it. FR [Fellowship of the Ring] has ‘the shadow about it’».

            En inglés hay una diferencia con los pronombres de la tercera persona del singular dependiendo de su género, según sea masculino, femenino o neutro. Y lo que está diciendo Christopher es que el Balrog siempre era referido como it (empleado para animales o cosas), de modo que hubo un cambio del manuscrito C a la versión publicada en El Señor de los Anillos.

«The Balrog halted facing him, and the shadow about him reached out like great wings»
Manuscrito C

«The enemy halted again, facing him, and the shadow about it reached out like two vast wings»
El Puente de Khazad-dûm. La Comunidad del Anillo

            En el manuscrito C, anterior a la versión publicada, la sombra envolvía a Gandalf y no al Balrog, y se abría a los lados como grandes alas. Resulta curioso. ¿Verdad que en este caso nadie se preguntaría si Gandalf tenía alas? Pero el caso es que Tolkien trasladó esa sombra al Balrog, aunque solo podríamos conjeturar la razón de ello.

            Recapitulemos… El Balrog era como una gran sombra, con una forma oscura en medio, y esa sombra «se abrió a los lados como dos vastas alas», para más tarde «extender las alas de muro a muro»… Es una descripción confusa, no detallada, que no se percibe con claridad. Cuando la Compañía del Anillo llega a Lórien y relatan el suceso de la pérdida de Gandalf, Aragorn define al Balrog de la siguiente forma: «Era a la vez una sombra y una llama, poderosa y terrible». Y en la versión del Quenta Silmarillion de 1958 Tolkien escribe:

«their hearts were of fire, but they were cloaked in darkness, and terror went before them …»

«sus corazones eran de fuego, pero estaban envueltos en oscuridad, y el terror iba delante de ellos…»
*Traducción mejorada de El Anillo de Morgoth.p.194

            ¿Qué es esa sombra u oscuridad que rodea al Balrog? No es una sombra natural, fruto de la ausencia de luz o de la sombra proyectada por la intercepción de la luz. En realidad esa sombra parece pertenecer al Balrog, oscurece por donde pasa y se moldea.

«Llegó al borde del fuego y la luz se apagó como detrás de una nube»
El Puente de Khazad-dûm. La Comunidad del Anillo 

No es el comportamiento normal de una sombra. Una sombra «natural», desaparece cuando se le acerca la luz, mientras que esta engulle la luz y la extingue. ¿A qué recuerda esto? Sí, a Ungoliant y su No-Luz.

«Una capa de oscuridad tejió a su alrededor: una no luz en las que las cosas parecían no ser y que los ojos no podían penetrar, porque estaba vacía.»
El Quenta Silmarillion Posterior. El Anillo de Morgoth.p.327

«La Luz menguó; pero la Oscuridad que sobrevino no fue tan sólo pérdida de luz. En esa hora se hizo una Oscuridad que no parecía una ausencia, sino una cosa con sustancia propia: pues en verdad había sido hecha maliciosamente con la materia de la Luz…»
Los Anales de Aman. El Anillo de Morgoth.p.123

            Se ha dicho que la primera frase «la sombra que lo envolvía se abrió a los lados como dos vastas alas» es un símil, y, por ello, se suele argumentar que esas alas no son reales. Pero también la sombra se introduce como un símil: «No se alcanzaba a ver lo que era, era como una gran sombra», y es difícil dudar de la existencia de esa sombra.

En este eterno debate de las alas se suele decir que hay dos opciones: los Balrogs tienen alas o no tienen alas. Pero aquellos que opinasen que los Balrogs no tienen alas «reales», sino que tienen una oscuridad alrededor que podía adoptar forma de alas ¿en qué grupo se encontrarían? ¿se debería hablar de una tercera opción?.

            Por otra parte está el tema de que no vuela. Mejor dicho, no parece que pueda volar. Este argumento es usado en ocasiones para demostrar que no tenía alas. Sin duda, no es nada convincente. En nuestra naturaleza encontramos animales con alas que no vuelan. Pero es que tal vez sí podía volar, pero no en esas circunstancias. Con una envergadura de alas de muro a muro, ¿podía desplegarlas y hacer uso de ellas fácilmente? Tal vez la mayor objeción es por qué no voló cuando combatió en la cima de la montaña, pero lo cierto es que Gandalf dijo que lo derribó y entonces él cayó desde lo alto. Difícilmente podría volar si había sido derribado, contestan algunos.

Otros replican con el enfrentamiento entre Glorfindel y un Balrog en la Caída de Gondolin. Allí «ambos cayeron perdiéndose en el abismo» (El Silmarillion.p.332). Si hubiera podido volar lo hubiera hecho, se suele decir. Pero esto no debería ser tenido en cuenta… Todo el fragmento que va desde la llegada de Tuor a Gondolin hasta el desenlace de esta, es muy antiguo. La última versión que Tolkien escribió de la Caída de Gondolin se encuentra en el Quenta Noldorinwa, de principio de los años 30. Christopher tuvo que adaptar este relato en la edición de El Silmarillion. Por tanto, ese Balrog que combate con Glorfindel es el «primitivo», anterior a El Señor de los Anillos, y ni era un espíritu Maia, ni tenía sombra, ni alas de ningún tipo. Era una criatura diferente. 

Pero sí que hay una frase aparentemente muy explícita sobre la posibilidad de volar del Balrog:

«Thus they roused from sleep a thing of terror that, flying from Thangorodrim, had lain hidden at the foundations of the earth since the coming of the Host of the West: a Balrog of Morgoth»
Apéndice A. El Señor de los Anillos.

«De ese modo despertaron del sueño a una criatura de terror que, volando desde Thangorodrim, yacía oculta en los cimientos de la tierra desde la llegada de la Hueste del Occidente: un Balrog de Morgoth.»

            El fragmento no parece dejar muchas dudas: El Balrog volaba. Sin embargo, en la edición en castellano se traduce como: «que había huido de Thangorodrim». ¿Es esto un error de traducción?

Lo cierto es que «fly», además de «volar», también se puede utilizar en el sentido de «huir/escapar», y así es como lo interpretó el traductor. Veamos el siguiente ejemplo:

«Then Azog laughed, and he lifted up his head to let forth a great yell of triumph; but the cry died in his throat. For he saw that all his host in the valley was in a rout, and the dwarves went this way and that slaying as they would, and those that could escape from them were flying south, shrieking as they ran»
Apéndice A. El Señor de los Anillos

En castellano dice: «los que podían huir de ellos corrían hacia el sur chillando», en lugar del «literal»: «y los que podían huir de ellos volaban hacia el sur, chillando mientras corrían». Tenemos la certeza de que los Orcos no vuelan, de modo que no hay dudas con el sentido de «fly» en esta frase: huir/escapar. Como tampoco la hay en la mítica frase de Gandalf antes de caer por el puente de Khazad-dûm: «Fly, you fools!», «¡Huid, insensatos!».

¿Pero tenemos la misma certeza con la primera frase del Balrog «flying from Thangorodrim»?

 

La sombra sobre el Anduin

            En La Comunidad del Anillo, una noche navegando por el Anduin, Frodo, Aragorn y compañía son atacados por los Orcos y deben detenerse en la orilla occidental. Entonces un temor repentino invadió a los viajeros:

«—Elbereth Gilthoniel!—suspiró Legolas mirando al cielo. Una sombra negra, parecida a una nube, pero que no era una nube, pues se movía con demasiada rapidez, vino de la oscuridad del sur y se precipitó hacia la Compañía, cegando todas las luces mientras se acercaba. Pronto apareció como una gran criatura alada, más negra que los pozos en la noche. […]
        De pronto el gran arco de Lórien cantó. La flecha subió silbando, desde la cuerda élfica. Frodo alzó los ojos. Casi encima de él la forma alada retrocedió encogiéndose. Hubo un graznido ronco y la sombra cayó del aire, desvaneciéndose en la penumbra de la costa oriental. […]
          —¿Pero quién puede decir qué blanco fue ése?
—Yo no—dijo Gimli—. Pero agradezco que la sombra no se haya acercado más. No me gusta nada. Me recordaba demasiado a la sombra de Moria... la sombra del Balrog—concluyó en un suave susurro.
—No era un Balrog—dijo Frodo, todavía temblando de frío—. Era algo más helado. Creo que era...»
El Río Grande. La Comunidad del Anillo

            Esa sombra que vieron sobre el Anduin era un Nazgûl montado en una bestia alada. La cuestión es ¿por qué a Gimli esa sombra alada le recuerda a un Balrog? Hay dos posibilidades: que Gimli se refiera a la sensación de terror que le produce, o bien, a su aspecto físico. Es esta segunda posibilidad la que da más argumentos a los partidarios de «los Balrogs tienen alas», sean de sombra o no. Y también implica otra cosa: Gimli no se extraña, ni descarta, que un Balrog pueda volar (a menos que considere que puede llevar montura, cosa poco probable).

La respuesta de Frodo está orientada al sentimiento que produce esa criatura: «Era algo más helado», pero desconocemos el sentido de la pregunta de Gimli.

 

El «vuelo» sobre Hithlum

            En El Silmarillion publicado, cuando Ungoliant atrapa a Morgoth en Lammoth «con una red de cuerdas pegajosas para estrangularlo», Morgoth grita y los Balrogs acuden en su ayuda.

«Muy por debajo de las estancias en ruinas de Angband, en cuevas que los Valar habían olvidado en la prisa del ataque, los Balrogs, que aún acechaban esperando el regreso del Señor, se levantaron ahora con rapidez, y precipitándose por Hithlum llegaron a Lammoth como una tempestad de fuego»
De la huida de los Noldor. El Silmarillion.p.105

            Sin embargo, como se ha dicho en otras ocasiones, El Silmarillion no deja de ser una edición de Christopher a partir de los escritos de su padre, y en la última versión del Quenta Silmarillion (texto B, de 1959) lo que Tolkien escribió fue:

«Swiftly they arose, and they passed with winged speed over Hithlum, and they came to Lammoth as a tempest of fire»

            Curiosamente, la traducción que aparece en El Anillo de Morgoth (p.340) es incompleta dejándose fuera «winged speed». La traducción correcta sería:

«Rápidamente se levantaron/alzaron, y pasaron con velocidad alada sobre Hithlum, y llegaron a Lammoth como una tempestad de fuego»

            Para algunas personas esta frase indica, con pocas dudas, que los Balrogs llegaron volando. Veámoslo:

«Arose» se puede entender como el acto de elevarse/alzarse y volar hacia el cielo, como a salir de la morada subterránea donde estaban, con lo que no es concluyente. «Passed over» tampoco lo es, pues Rochallor, el caballo de Fingolfin también «pasó sobre» la llanura de Anfauglith. No indica un vuelo por sí mismo. «Winged speed», «velocidad alada», es un tanto confuso, pero se podría interpretar como una metáfora, una «gran velocidad». Como el caso de la segunda frase del puente de Khazad-dûm, está abierta a esa posibilidad. «Tempest of fire» es indudablemente un símil, y a ¿qué se puede referir? Los Balrogs, el fuego, una tormenta… Es evidente. Pero hay que mencionar que Tolkien utilizó esa misma expresión en la Guerra de la Cólera, cuando los dragones alados salieron de Angbang: «la llegada de los dragones [alados] fue con un gran trueno, un relámpago y una tempestad de fuego» (La Guerra de las Joyas.p.343). Hay quien ve una clara similitud… la tempestad viene del cielo.

Los cuatro elementos citados de la frase pueden hacer referencia, de forma más o menos sutil, al cielo y al «vuelo». Para algunas personas es una prueba inequívoca de que los Balrogs volaban, pues es difícil darle otro significado cuando están las cuatro expresiones juntas. Para otras no es suficiente prueba, pues pueden tener otra acepción.

Bien es cierto que la distancia recorrida invita a pensar que debían volar. Dentro de lo inverosímil que es recorrer la distancia que separaba Angband de Lammoth (alrededor de 300 millas) en, digamos, unos minutos (no se menciona el tiempo transcurrido, pero el texto expresa cierta urgencia) y con unas montañas por medio, es más «creíble» que fuera volando que corriendo. Dicho esto, habría que apuntar lo siguiente…

El segundo mapa de El Silmarillion, anterior a la escritura del Señor de los Anillos, fue el último. Con el paso de los años, Tolkien lo cubrió con cambios y adiciones de nombres, y Christopher se basó en este mapa, ya revisado, para realizar el que aparece en El Silmarillion publicado. Este mapa en su estado original fue reproducido en El Camino Perdido, p.470. Aquí no aparece aún el nombre de Lammoth, pero Hithlum tiene la distancia que luego conservaría, al igual que las montañas que la rodean. Por tanto, podríamos decir que la geografía es la misma.

En este Quenta Silmarillion de 1937, como ya se ha dicho, los Balrogs no eran espíritus Maiar, eran demonios que habían sido creados por Morgoth. Al final de esta obra, en la Guerra de la Cólera, y después de que «los Balrogs fueran todos destruidos, salvo unos pocos que huyeron y se escondieron en cuevas inaccesibles» se dice que:

«Morgoth se amilanó, y no se atrevió a salir en persona. Pero lanzó sobre el enemigo el último ataque desesperado que había previsto, y de los abismos de Angband salieron los dragones alados, que hasta entonces no se habían visto; porque hasta ese día ninguna criatura de su cruel pensamiento había atacado el aire»
Quenta Silmarillion. El Camino Perdido. p. 379-380

Estos Balrogs de 1937 no volaban, y en esta misma versión, cuando Ungoliant atrapa a Morgoth:

«Acudieron en su ayuda los Balrogs, que todavía moraban en lugares profundos de la antigua fortaleza, Utumno, en el Norte. Con los látigos de llamas los Balrogs rompieron las telas…»
Quenta Silmarillion. El Camino Perdido. p.270

En esta época, Angband se construye sobre las ruinas de Utumno, y Tolkien no tenía entonces problema en aceptar que esa distancia la recorrerían a pie, por increíble que fuera. ¿Debemos entonces pensar que años después tampoco sería un impedimento y podrían correr a «velocidad alada»?

 

Conclusión

            Estimado lector, si has llegado hasta aquí habrás podido comprobar las muchas interpretaciones que tienen las distintas frases y párrafos. Por ello no hay una respuesta clara a esta pregunta, como no podía ser de otra manera. No obstante, el objetivo de esta FAQ es dar a conocer todas (o casi todas) las citas referentes a este tema, con sus posibles lecturas y sin tergiversar, para que dispongas del conocimiento necesario para formarte una opinión propia.

            Espero haberlo logrado.