¿Qué apariencia tenía Sauron
durante El Señor de los Anillos?
Sauron era un Maia, un Ainu creado
por Eru Ilúvatar, y como tal tenía el poder de adoptar distintas formas:
“Estaban pues en el mundo, pero no del modo cuya
naturaleza física es estar físicamente encarnado. Se autoencarnaban si lo
deseaban, pero sus formas encarnadas eran más análogas a nuestras ropas que
a nuestros cuerpos, salvo que, más que las ropas, eran la expresión de sus
deseos, ánimos, voluntades y funciones.”
Carta 200. Cartas Tolkien. p. 304
“Fue por el amor que tenían por Eä, y por la parte
que desempeñaron en su creación, que desearon y pudieron encarnarse en
formas físicas visibles, aunque éstas eran comparables a nuestros vestidos
(en la medida en que éstos constituyen una expresión personal), no a nuestros
cuerpos.”
Carta
212. Cartas Tolkien. p. 333
En la Segunda Edad Sauron adoptó una
forma hermosa, pasó inadvertido, llegó a ayudar a los Elfos con la forja de los
Anillos de Poder.
“De todos los pueblos de la Tierra, el más fácil de
gobernar le pareció el de los Hombres, pero durante mucho tiempo trató de
persuadir a los Elfos para que lo sirviesen, pues sabía que los Primeros
Nacidos eran los que tenían mayor poder; y fue de un lado a otro entre ellos, y
tenía el aspecto de alguien que es a la vez hermoso y sabio. Sólo a
Lindon no fue, porque Gil-galad y Elrond dudaban de él […] Pero en otros sitios
los Elfos lo recibieron de buen grado, y pocos de entre ellos escucharon a los
mensajeros que llegaban de Lindon y les aconsejaban precaución; porque Sauron
se dio a sí mismo el nombre de Annatar, el Señor de los Dones, y ellos
recibieron en un principio múltiples beneficios de su amistad.”
De los Anillos de poder y la Tercera Edad.
El Silmarillion. p.389
Tras hacer el Anillo Único las
intenciones de Sauron fueron reveladas y hubo guerra; fue a Númenor como rehén,
pero allí corrompió a los Númenóreanos e hizo que estos navegaran hacia el
Oeste, con intención de llegar a la tierra donde Sauron decía que no había
muerte. Lo tenían prohibido, y como castigo Ilúvatar destruyó Númenor por
completo, y el espíritu de Sauron “subió y volvió volando a la Tierra Media”.
“Pero Sauron no era de carne mortal, y aunque había
sido despojado de la forma en que hiciera tanto daño, de modo que ya nunca
podría lucir una hermosa figura ante los ojos de los Hombres, su espíritu se
alzó desde las profundidades, y pasó como una gran sombra y un viento negro
sobre el mar, y llegó de vuelta a la Tierra Media y a Mordor, que era su
morada. Se instaló en Barad-dûr, se puso el Gran Anillo, y vivió allí,
oscuro y silencioso, hasta que se dio a sí mismo una nueva forma, una
imagen visible de malicia y odio; y el ojo de Sauron el Terrible pocos
podían soportarlo.”
Akallabêth. El Silmarillion.p.381
Años después sucede la batalla de la
Última Alianza, en la que Hombres y Elfos se enfrentan a Sauron. Un Sauron que
tenía forma física.
“el mismo Sauron salió; y luchó con Gil-galad y
Elendil, y los mató a ambos […] Pero Sauron fue también derribado, y con
la empuñadura desprendida de Narsil, Isildur cortó el Anillo de la mano de Sauron, y lo
tomó. Entonces Sauron quedó vencido por el momento; y abandonó el cuerpo, y
su espíritu huyó a espacios distantes y se escondió en sitios baldíos; y
durante largos años no volvió a tener forma visible.”
De los Anillos de Poder y la Tercera Edad.
El Silmarillion.p.400
Tras esta batalla que supone el fin
de la Segunda Edad, Sauron pierde el Anillo y su cuerpo y durante largos años
no tuvo forma visible. Pero en la Tercera Edad, en el Bosque Verde, apareció de
nuevo “tomando forma otra vez”.
“Después de la batalla con Gilgalad y Elendil,
Sauron tardó largo tiempo en rehacerse, más del que había tardado tras la Caída de Númenor (supongo que porque cada reconstitución consumía parte de la
energía inherente del espíritu, que podría llamarse la ‘voluntad’ o el vínculo
efectivo entre la mente y el ser indestructible y la realización de su
imaginación). La posibilidad de rehacerse tras la destrucción del Anillo es
‘mitológicamente’ lo bastante clara en el presente libro.”
Carta 200. Cartas Tolkien.p.305
“Entonces el
nombre del bosque cambió y se llamó Bosque Negro […] Era la sombra de Sauron
y el signo de su retorno. Porque al venir de los yermos del Este, escogió como
morada el sur del bosque, y lentamente creció y tomó forma otra vez; en
una colina oscura levantó su vivienda, y allí obró su hechicería, y todos
temieron al Hechicero de Dol Guldur, y sin embargo no sabían todavía al
principio cuán grande era el peligro.”
De los Anillos del Poder y la Tercera Edad.
El Silmarillion.p.407
Más tarde, en la época de El Hobbit, el Concilio Blanco
consigue expulsar a Sauron de Dol Guldur y acaba huyendo a Mordor. Y después el
Anillo Único acaba llegando a las manos de Frodo; es cuando comienza el relato
de El
Señor de los Anillos y llegamos al objetivo de esta
FAQ: en esta época, ¿qué forma tenía Sauron?
Si hemos visto la trilogía de Peter
Jackson enseguida recordaremos un gran ojo en llamas en lo alto de Barad-dûr. Y
podría parecer lógico pensar que ese Ojo es Sauron. ¿Pero es así en los libros?
El Ojo aparece muchas veces nombrado en El
Señor de los Anillos, veamos su significado y si era realmente la forma de
Sauron:
“Pero de pronto el Espejo se oscureció del todo,
como si se hubiera abierto un agujero en el mundo visible, y Frodo se quedó
mirando el vacío. En ese abismo negro apareció un Ojo, que creció
lentamente, hasta que al fin llenó casi todo el Espejo. Tan terrible era que
Frodo se quedó como clavado al suelo, incapaz de gritar o de apartar la mirada.
El Ojo estaba rodeado de fuego, pero él mismo era vidrioso, amarillo
como el ojo de un gato, vigilante y fijo, y la hendidura negra de la pupila se
abría sobre un pozo, una ventana a la nada.
Luego el Ojo comenzó a moverse, buscando aquí y allá, y Frodo supo con seguridad y horror que él,
Frodo, era una de esas muchas cosas que el Ojo buscaba. Pero supo también que
el Ojo no podía verlo, no todavía, a menos que él mismo así lo desease. […]
La visión desapareció y Frodo se encontró mirando
las frías estrellas que titilaban en el pilón. Dio un paso atrás temblando de
pies a cabeza y miró a la Dama.
-Sé lo que viste al final -dijo ella- pues
está también en mi mente. ¡No temas! Pero no pienses que el país de Lothlórien
resiste y se defiende del Enemigo sólo con cantos en los árboles, o con las
débiles flechas de los arcos élficos. Te digo, Frodo, que aun mientras te
hablo, veo al Señor Oscuro, y sé lo que piensa, o al menos lo que piensa
en relación con los Elfos. Y él está siempre tanteando, queriendo verme y
conocer mis propios pensamientos. ¡Pero la puerta está siempre cerrada!"
El Espejo de Galadriel. La Comunidad del
Anillo.p.427
En este fragmento es indudable la
estrecha relación entre el Ojo y el Señor Oscuro Sauron. Y es difícil no preguntarse
si Sauron era el Ojo. También esto ocurre en Amon Hen, cuando Frodo lleva
puesto el Anillo tras huir de Boromir.
“El Monte del Destino estaba ardiendo, y una densa
humareda subía en el aire. Al fin los ojos se le detuvieron y entonces la vio:
muro sobre muro, almena sobre almena, negra, inmensamente poderosa, montaña de
hierro, puerta de acero, torre de diamante: Barad-dûr, la Fortaleza de Sauron.
Frodo perdió toda esperanza.
Y entonces sintió el Ojo. Había un ojo en la Torre Oscura, un ojo que no dormía; y ese ojo
no ignoraba que él estaba mirándolo. Había allí una voluntad feroz y decidida,
y de pronto saltó hacia él.”
La disolución de la
Comunidad. La Comunidad del Anillo.p.470.
El ojo estaba en Barad-dûr, en la
Torre Oscura, donde habita Sauron, de modo que sería lógico pensar que Sauron
era el Ojo, ¿quién o qué podría ser si no?
“Y allá lejos, mientras Frodo se ponía el Anillo y lo reclamaba para él,
hasta en los Sammath Naur, el corazón mismo del reino de Sauron, el Poder en Barad-dûr
se estremecía y la Torre temblaba desde los cimientos hasta la cresta fiera y
orgullosa. El Señor Oscuro comprendió de pronto que Frodo estaba allí, y el
Ojo, capaz de penetrar en todas las sombras, escrutó a través de la
llanura hasta la puerta que él había construido; […] Y la ira ardió en
él como una llama devoradora y el miedo creció como un inmenso humo
negro, sofocándolo. Pues conocía ahora qué peligro mortal lo amenazaba, y el hilo del que pendía su destino.”
El Monte del Destino. El Retorno del Rey.p.255
La respuesta a qué era ese Ojo nos
la da Christopher Tolkien. Hablando de los borradores que su padre realizó del
capítulo de El Monte del Destino, y después de transcribir el borrador B que
es muy similar al texto publicado, dice lo siguiente:
“Es notable cómo el pasaje muestra el grado al que
había llegado mi padre en la identificación del Ojo de Barad-dûr con la
mente y voluntad de Sauron, de modo que podía hablar de ‘la ira, el miedo,
la mente’ del Ojo. En el segundo texto C oscilaba entre el Ojo y Sauron
mientras escribía de nuevo este pasaje.”
El Monte del Destino. El fin de la Tercera Edad.
La Historia de El Señor de los Anillos.
El Ojo de Sauron era un símbolo,
una imagen, de la mente y voluntad de Sauron. Esta idea se aprecia en el
siguiente pasaje:
“Pero lo que más inquietaba a Frodo era el Ojo:
así llamaba en su fuero íntimo a esa fuerza más insoportable que el peso del
Anillo que lo obligaba a caminar encorvado. El Ojo: la creciente y horrible
impresión de la voluntad hostil, decidida a horadar toda sombra de nube, de
tierra y de carne para verlo: para inmovilizarlo con una mirada mortífera,
desnuda, inexorable. ¡Qué tenues, qué frágiles y tenues eran ahora los velos
que lo protegían! Frodo sabía bien dónde habitaba y cuál era el corazón de
aquella voluntad: con tanta certeza como un hombre que sabe dónde está el
sol, aún con los ojos cerrados. Estaba allí, frente a él, y esa fuerza le
golpeaba la frente.”
A través de las ciénagas. Las dos Torres. p.271
Pero si Sauron no era realmente un ojo,
no tenía esa forma, ¿qué forma tenía? La respuesta nos la da Tolkien en una de
sus cartas, en la que contaba que podría haber ocurrido si Frodo no hubiese sido
atacado por Gollum y el Anillo no hubiera sido destruido:
“[Los Nazgûl] sencillamente habrían esperado. Hasta
que el mismo Sauron llegara […] Ante su presencia concreta muy pocos de su misma
estatura podrían haber tenido esperanzas de retenerlo […] Además, la contienda
tenía lugar a la distancia, y en un cuento que permite la encarnación de grandes
espíritus en una forma física y destructible, su poder debe ser mucho mayor
cuando están físicamente presentes. Sauron debía ser considerado terrible.
La forma que asumía era la de un hombre de estatura más que humana, pero no
gigantesca. En su más temprana encarnación era capaz de velar por su poder
(como hacía Gandalf) y podía aparecer como una figura imperiosa de gran fuerza
corporal y una actitud y un aspecto de gran realeza.”
Carta 246. Cartas
Tolkien.p.386