¿Los Elfos tienen barba?
Al final de El Señor de
los Anillos, cuando Frodo, Sam y los Elfos llegan a los Puertos Grises, allí se
encuentran a Círdan, el Carpintero de Barcos, al cual se le describe de la
siguiente manera:
“Cuando llegaron a las puertas, Círdan, el Guardian de las Naves se
adelantó a darles la bienvenida. Era muy alto, de barba larga y todo gris y muy
anciano, salvo los ojos que eran vivos y luminosos como estrellas; y los miró,
y se inclinó en una reverencia, y dijo:
-Todo está pronto.”
Los Puertos Grises. El
Retorno del Rey. p. 355
Círdan era muy anciano, un
Elfo telerin pariente de Olwë y Elwë, de modo que posiblemente fue uno de
aquellos que despertaron en Cuiviénen, uno de los primeros nacidos. Al lector le puede llamar la atención que tenga barba, cuando Tolkien no describe a ningún otro Elfo con barba. Esto tampoco implicaba forzosamente que los Elfos no tuvieran barba, pues las descripciones físicas que realizaba Tolkien no eran exhaustivas (aún tenemos la incógnita del color del pelo de Legolas). De modo que aún podríamos preguntarnos si algún otro Elfo tenía barba o si Círdan fue una excepción por ser tan mayor.
Esto queda parcialmente
explicado en una nota escrita en diciembre de 1972 acerca de las palabras de
Legolas a Imrahil en El Señor de los Anillos, cuando reconocía que había sangre
élfica en el príncipe (El Retorno del Rey, p. 166). Christopher dice lo
siguiente:
“En una nota escrita en diciembre de 1972, o aún después, y entre los
últimos escritos de mi padre acerca de la Tierra Media, hay un comentario sobre
la ascendencia élfica de los Hombres: se la advertía en Hombres de aspecto
lampiño (no tener barba era una característica de los Elfos)… ”
Galadriel y Celeborn.
Cuentos Inconclusos. p. 314
Si no tener barba era una característica
de los Elfos, ¿cómo
es que Círdan si tenía? Tolkien da la respuesta en un texto publicado en la Vinyar
Tengwar en julio de 2000 (esta revista editada por la Elvish Linguistic
Fellowship se encarga de publicar textos de material lingüístico de Tolkien no
aparecidos en La Historia de la Tierra Media). Texto que Christopher omitió
cuando publicó La marca de Fëanor (The Shibboleth of Fëanor), un ensayo sobre
el nombre de los descendientes de Finwë, cuya fecha de escritura es igual o
posterior a 1968.
“Elves did not have
beards until they entered their third cycle of life. Nerdanel’s father was
exceptional, being only early in his second.”
“Los Elfos no tenían barba hasta entrar en su tercer ciclo de vida. El
padre de Nerdanel fue una excepción, quien la tuvo prematuramente al comienzo
de su segundo ciclo”
Vinyar Tengwar nº 41, p.9, julio 2000
Así pues, era
característico de los Elfos no tener barba hasta que entraban en su tercer
ciclo de vida, lo que hace no ser una excepción a Círdan, sino que simplemente
es muy anciano y, por lo tanto, había alcanzado la edad suficiente para
tenerla. El caso excepcional es el del padre de Nerdanel, Mahtan, suegro de
Fëanor, que tenía barba en su segundo ciclo de vida.
La descripción de la barba
de la estatua de un rey de Gondor es incompatible con el aspecto lampiño de los
Hombres con ascendencia élfica. Los Reyes de Gondor no deberían tener barba.
Esto hace pensar, como dicen Hammond y Scull, que parece probable que esta idea
no existiera en los años 40 y 50, pudiendo entonces tener barba aquellos
Hombres con sangre élfica en su linaje y (posiblemente) siendo más común que
los Elfos tuvieran barba (véase la confusión de Gandalf con un Elfo, Cuentos
Inconclusos).
Lo siguiente sería preguntarse cuántos ciclos de vida tiene un Elfo y cuánto duran. Lamentablemente no se puede ofrecer una clara respuesta a esto, pero gracias a la publicación del libro La Naturaleza de la Tierra Media conocemos un poco más de estos ciclos de vida. En un par de textos de 1969 se dice que “las vidas élficas deben estructurarse en ciclos”.
“Conseguían su longevidad mediante una serie
de renovaciones. Tras el nacimiento, con la llegada de la madurez y los
primeros síntomas de envejecimiento, comenzaban un período de tranquilidad en
el que se «retiraban» por un tiempo, si era posible, y emergían del mismo
físicamente renovados a un estado de salud parecido al de su primera madurez”
Ciclos de Vida Élficos. La Naturaleza de la Tierra Media. p. 162
Hemos llegado a la respuesta sobre el tema de la barba de los Elfos, al menos a lo que pensaba Tolkien en sus últimos años de vida: los Elfos no tenían barba hasta que llegaban a una cierta edad. Pero bien es cierto que probablemente no
pensaba de igual forma cuando redactó El Señor de los Anillos. Convendría tener
en cuenta que los textos mencionados son del año 68 y 72, mientras que el pasaje
del encuentro entre Legolas e Imrahil y la descripción de Círdan son anteriores
a 1948, y El Retorno del Rey se publica en 1955. ¿Qué es lo que me hace decir
que tal vez Tolkien no pensara en los mismos términos cuando redactó El Señor
de los Anillos? Dos fragmentos, uno más explícito que otro, me hacen razonar de
esta manera.
El primero, que por sí
solo no tendría ninguna trascendencia, es el ensayo de “Los Istari”, de 1954,
publicado en Los Cuentos Inconclusos. En él se describe a Gandalf llegando a la
Tierra Media.
“Casi siempre viajaba infatigable a pie, apoyándose en un cayado; y por
ello era llamado entre los Hombres del Norte, Gandalf, el Elfo de la Vara. Pues
lo creían (erróneamente, como ya se dijo) de la especie élfica, porque obraba a
veces maravillas, y estaba enamorado en especial de la belleza del fuego, y sin
embargo, estas maravillas las obraba sobre todo por alegría y deleite...”
Los Istari. Cuentos
Inconclusos. p. 488-489
Vemos que los Hombres
confundían a Gandalf con un Elfo. Si Gandalf tenía barba, debemos pensar que
los Hombres no encontraban extraño ver a Elfos con barba, y que tal vez Círdan
no fuera el único con ella. Se podría pensar que tal vez, en ese momento, el
no tener barba no era una característica de los
elfos, pero esto no
deja de ser una simple suposición sin ninguna certeza. Tampoco podemos saber si
la idea de la barba en el tercer ciclo de vida élfico estaba presente en la
cabeza de Tolkien por aquellas fechas, o si, en realidad, era más común que
excepcional ver a Elfos con barba.
Como comentaba
anteriormente, el texto de “Los Istari” no ofrece respuestas, pero puede actuar
de complemento a otro más concluyente. Ese otro es un párrafo de Las Dos
Torres.
Cuando Frodo y Sam llegaron
a la Encrucijada vieron una enorme figura sentada como los grandes reyes de
piedra de Argonath. La cabeza del rey yacía abandonada a la orilla del camino.
“-¡Mira, Sam! – exclamó con voz entrecortada -. ¡Mira! ¡El rey tiene otra vez una corona!
Le habían vaciado las cuencas de los ojos, y la barba esculpida estaba
rota, pero alrededor de la frente alta y severa tenía una corona de plata y
oro.”
Viaje
a la Encrucijada. Las Dos Torres. p. 357
Sobre este párrafo, sin
más preámbulos, citaré lo que dicen Hammond y Scull en la Guía de lectura de El
Señor de los Anillos:
“Sin embargo los reyes de Gondor tenían sangre élfica en su linaje, y
en una nota escrita en diciembre de 1972 Tolkien comenta que «la ascendencia
élfica de los Hombres […] [se] advertía en hombres de aspecto lampiño (no tener
barba era una característica de los Elfos)» (Cuentos Inconclusos, p. 314). Pero
ésta es una nota tardía, y el concepto puede no haber estado en la mente de
Tolkien cuando escribió El Señor de los Anillos (en el Libro VI, Capítulo 9, el
Elfo Círdan, el constructor de naves, es descrito con larga barba).”
Guía de lectura de El
Señor de los Anillos. p. 654