¿Cuál
es el origen de los Orcos?
El origen de
los Orcos suele ser un debate bastante recurrente entre los tolkiendili. Y
también uno de los que genera más controversia. Este ensayo pretende esclarecer
un poco el origen de estos seres.
¿De dónde
vienen los Orcos? ¿Son Elfos corrompidos? Normalmente aquellos que han leído El
Señor de los Anillos y El Silmarillion tienen esa opinión. Opinión justificada,
pues en el Silmarillion publicado así se dice, pero, como aquí veremos, es
bastante más complicado.
He pensado que
la mejor manera de abarcar este asunto es la de ir mostrando diferentes textos
escritos por Tolkien donde se habla de su origen, de forma cronológica. Aunque
los primeros comentarios sobre los Orcos datan a comienzos de los años 30, en
el Quenta y Los Anales de Beleriand, no fue hasta la escritura del Quenta
Silmarillion (QS) cuando se le otorgó un origen específico.
“creó la raza de los Orcos, y crecieron y se multiplicaron en las
entrañas de la tierra. Morgoth hizo a estos Orcos por envidia y mofa de los
Elfos, y estaban hechos de piedra, pero con corazones de odio”.
Primera
versión Quenta Silmarillion (QS) finales de 1937. p. 270. El Camino Perdido.
Esta teoría es
de una época temprana, justo antes de que Tolkien empezara a escribir El Señor
de los Anillos. Podemos observar que ni siquiera distinguía entre Crear y
Hacer. La única relación entre Orcos y Elfos era que los Orcos fueron creados
por mofa de los Primeros Nacidos.
Durante la
escritura de El Señor de los Anillos, Tolkien dejó de lado su mitología o legendarium
(Quenta, Anales, etc.…) y no lo retomó hasta acabar esta obra. En esta época
posterior, probablemente a partir de 1950, Tolkien escribió el borrador inicial
de Los Anales de Aman (AAm,) a partir de Los Anales de Valinor (AV2). Los AAm
guardan estrecha relación con la revisión que realizó del Quenta Silmarillion
(QS) iniciada a principios de los años 50 y acabada en el año 1958 (QP2).
En la primera versión de AAm, Tolkien seguía teniendo la
opinión que aparecía en el QS, eliminando “hechos de piedra”, pero a
continuación añadió una nota de AElfwine que dice:“... una oscura historia
.... dice que al principio los Orcos eran en realidad los mismos Quendi, unos
Avari desgraciados que Morgoth engañó” agregando que de hecho Melkor no
podía hacer nada que tuviera vida, sino que sólo podía corromper lo que ya
estaba vivo.
Los Anales de Aman. p. 148. El Anillo de Morgoth
Christopher Tolkien (p.149) nos cuenta que, tras unos
cambios menores, su padre desarrolló más detalladamente este origen:
“Dicen los sabios de Eressëa que todos los Quendi que cayeron en
manos de Melkor, …, fueron puestos en prisión y por las lentas artes de la
crueldad, corrompidos y esclavizados; y así crió Melkor la horrible raza de los
Orkor... Porque los Orkor tenían vida y se multiplicaban de igual manera que
los Hijos de Ilúvatar; y Melkor,
desde que se rebelara en la Ainulindalë antes del principio, nada podía hacer
que tuviera vida propia ni apariencia de vida, así dicen los sabios.”
Los Anales de Aman. p. 92. El Anillo de Morgoth
Nos hallamos en algún momento de principio de los años 50 y Tolkien da a los Orcos una procedencia élfica, además de gestar una de las leyes incuestionables de su mitología, la diferencia entre Crear y Hacer. El origen demoníaco (Maia) para los Orcos en este período no era una opción….
“Los Glamhoth, hueste de tumulto, los llamaron los Noldor. Nosotros
podemos llamarlos Orcos; pues en los días de antaño eran fuertes y crueles como
demonios. No obstante, no eran del linaje de los demonios.”
Los Anales de Aman. p. 132. El Anillo de Morgoth
Este último
párrafo, Christopher lo relaciona con una carta que escribió su padre (Cartas
nº 144, del 25 de abril de 1954) en la que decía “en cuanto a mí concierne,
deriva del inglés antiguo orc, «demonio», pero sólo por su adecuación fonética…
Pero puesto que son servidores del poder oscuro y luego de Sauron, ninguno de
los cuales podía ni quería crear seres vivos, por fuerza deben ser “corrupciones”
desestimando cualquier tipo de relación, más allá de la fonética, con los
demonios, o Maiar corrompidos.
Cabe decir que estos cambios que se fueron dando en AAm
también se reflejaron en la revisión del QS, El Quenta Silmarillion Posterior
(QP1 y QP2), véase El Anillo de Morgoth p.227-228.
Sin embargo, parece ser que lo último que escribió Tolkien
sobre el origen de los Orcos en los AAm o en el QP2 es una nota garabateada que
aparece en los Anales a la altura del párrafo del origen de los Orcos: “Cambiar
esto. Los Orcos no son élficos” Anillo de Morgoth p. 99.
Llegados a
este punto, alguien podría preguntarse ¿por qué no buscamos en El Señor de los
Anillos algún indicio de su origen? Sería lo más lógico, pero lamentablemente en
El Señor de los Anillos no se menciona claramente.
Naomi
Mitchinson, después de leer los dos primeros volúmenes de El Señor de los
Anillos, le preguntó a Tolkien por el origen de los Orcos, además de otras
muchas cosas. En la Carta nº 144 mencionada anteriormente, el profesor le
contesta:
"En ningún sitio se
dice claramente que los Orcos (...) tengan un origen particular. Pero puesto
que son servidores del Poder Oscuro y luego de Sauron, ninguno de los cuales
podía, o lograría, crear seres vivos, por fuerza deben ser corrupciones."
Carta nº 144. (Abril de 1954). p. 210. Cartas
Tolkien.
Como podemos
ver, en la mitad de la década de los 50, con El Señor de los Anillos acabado y
en plena publicación (La Comunidad del Anillo y Las Dos Torres se publicó en
1954 y El Retorno del Rey en 1955), Tolkien no responde a la señora Mitchinson
con un origen específico, pues no lo había en El Señor de los
Anillos, pero le da a entender esa ley de su mitología que diferencia entre Crear y Hacer y por la que solo Eru podía crear seres con voluntades independientes, es decir, otorgar un raciocinio, que implica la posesión de un espíritu (fëa).
En septiembre de ese mismo año, en una carta a Peter
Hastings, Tolkien, además de incidir en esa ley de su legendarium que tanta
relación tiene con los orígenes de los seres que pueblan Arda, es más preciso
con la procedencia de los Orcos.
"[Orcos]...constituyen
sobre todo una raza de criaturas racionales encarnadas, aunque horriblemente
corrompidas..."
“«La Sombra que los engendró
sólo puede remedar, no crear: no seres verdaderos, con vida propia. No creo que
haya dado vida a los Orcos, pero los malogró y los pervirtió». En las leyendas
de los Días Antiguos se sugiere que Diabolus subyugó y corrompió a algunos de
los primeros Elfos, antes de que hubieran oído nunca de los «dioses»”
"[Si Morgoth
quebrantara la prohibición de hacer otras criaturas racionales como los elfos o
los hombres serían realidades físicas…]. Pero que tengan «alma» o «espíritu» parece una cuestión diferente; y
como en mi mito, de cualquier modo, no concibo la hechura de almas o espíritus,
criaturas del mismo orden aunque no del mismo poder que los Valar, como una
posible «delegación», he representado por lo menos a los Orcos como seres
reales preexistentes sobre los que el Señor Oscuro ha ejercido la plenitud de
su poder remodelándolos y corrompiéndolos, no haciéndolos."
Carta 153. (septiembre de 1954) p. 224-225, 230. Cartas Tolkien
No queda duda que Tolkien concebía a los Orcos como seres con cierto raciocinio, criaturas encarnadas (con fëa), y por
ello necesariamente su origen debía proceder de la corrupción de otras
criaturas (preexistentes) con ese alma o espíritu, pues Morgoth era incapaz de dar
ese fëa. En el segundo párrafo de esta carta identifica a esas criaturas
preexistentes como los Elfos, en una forma que recuerda a los textos que hemos
citado anteriormente de los Anales de Aman (AAm).
Más tarde, en
octubre de 1958, en una de sus cartas (un borrador no enviado) dice lo
siguiente sobre el mal y la corrupción:
“Los árboles pueden “torcerse”,
como en el Viejo Bosque, los Elfos pueden convertirse en Orcos, y si esto
requería la malicia persuasiva de Morgoth, aun los Elfos de por sí eran capaces
de cometer malas acciones.”
En base a lo que llevamos visto, podemos concluir que al inicio y mediados de los años 50, para Tolkien los Orcos eran seres racionales (con alma o espíritu) y procedían de los Elfos, pues necesariamente debían de “surgir” a partir de seres preexistentes para ir en consonancia con las leyes de su legendarium: Morgoth no podía conceder vida.
Pero hacia finales de 1958, momento en el que supuestamente acaba las revisiones de QP2 y de AAm (ver p. 168 del Anillo de Morgoth), es cuando Tolkien escribe la nota garabateada que aparece en los Anales mencionada anteriormente: “Cambiar esto. Los Orcos no son élficos” Anillo de Morgoth p. 99.
De esta época es
el ensayo Leyes y costumbres de los Eldar, en el que los Orcos seguían
siendo criaturas encarnadas:
“Se
hicieron preguntas acerca del destino y la muerte de los Hombres. Todas [¿léase
También] acerca de otras razas parlantes, y por tanto “inteligentes”: Ents,
Enanos, Trolls, Orcos y las bestias parlantes, como Huan o las Grandes
Águilas.”
Leyes
y costumbres de los Eldar. Aprox en la misma época de QP2 o AAm (finales de 1958-1959).
p. 289. El Anillo de Morgoth.
En los años 1958
y 1959 Tolkien realiza varios escritos referentes a la interpretación de los
elementos principales de la mitología o legendarium. Se trata de papeles con
ideas fluctuantes, pensamientos en voz alta, en los que el profesor intentaba
dar respuesta a diferentes cuestiones. Es muy probable que la nota de los Anales que dice: “Cambiar esto. Los Orcos no son élficos” (1958) precede al texto que Christopher numeró como VIII, el cual se escribió con la intención de profundizar en esa idea: Los Orcos no son élficos.
“Como demuestra el caso de Aulë y los Enanos, sólo Eru puede hacer
criaturas con voluntades independientes y con capacidad de razonar. Pero los
Orcos parecen tener ambas cosas...
Por tanto
deben ser corrupciones de algo que ya existía.
Pero los
Hombres no habían aparecido cuando los Orcos ya existían. Aulë hizo a los
Enanos a partir de su recuerdo de la Música, pero Eru no aprobaría la obra de
Melkor como para permitir la independencia de los Orcos...
También
parece evidente (véase Finrod y Andreth) que aunque Melkor puede corromper y
arruinar por completo a individuos, es incapaz de pervertir absolutamente a un
pueblo entero y hacer que este estado se herede...
En ese caso
es muy poco probable que utilizara a los Elfos como base. Además ¿son los Orcos
inmortales, en el sentido élfico?
En
cualquier caso, es probable o posible que aun los menores de los Maiar se
convirtieran en orcos...
Pero otra
vez: concedería Eru fëar a tales criaturas?. A las Águilas etc. quizá. Pero no
a los Orcos [a partir de aquí Tolkien empieza a plantearse la posibilidad
de que no tengan fëa y sean animales al pensar en un pasaje de El Monte del
Destino donde se dice que los capitanes se encontraron de repente sin guía,
privados de voluntad]
…creo que
debe asumirse que el “habla” no constituye necesariamente un signo de la
posesión de un “alma racional” o fëa. Los Orcos eran animales de forma
humanizada...Melkor les enseñó a hablar y al multiplicarse se transmitió por
herencia; y tenían tanta independencia como, por ejemplo, perros o caballos
respecto a sus amos humanos...
No obstante
es probable que Finrod fuera demasiado lejos al afirmar que Melkor no podía
corromper por completo una obra de Eru...
Por tanto
cabe la terrible posibilidad de que hubiera sangre élfica en los Orcos..."
Posteriormente añadió lo que
sigue al texto: Los Orcos son animales y los Balrogs maiar corruptos… Los
Orcos pueden rebelarse contra él sin traicionar su fidelidad irremediable al
mal (Morgoth).
Texto VIII La Transformación de los Mitos (año
1959) p. 465-468. El Anillo de Morgoth
De esta nota
podemos extraer algunas cosas: en primer lugar, que la regla de su legendarium
sobre el acto de Crear seguía vigente y estaba estrechamente relacionada con el
dilema del origen de los Orcos. En segundo lugar, por alguna razón no le
convencía el origen élfico de los Orcos y por ello escribió la nota en los AAm
que supuso el punto de partida de este Texto VIII. Si seguimos sus pensamientos
a lo largo de esos papeles, intentaba dar a los Orcos un origen distinto al
élfico siempre cumpliendo y siguiendo las reglas o leyes de su mitología.
Si los Orcos
tenían fëa (voluntades independientes) debían ser corrupciones de algo que ya
existía (seres preexistentes), porque si eran obra de Melkor (como Aulë y los
Enanos) ¿Eru, el único que puede dar la vida (fëa), se lo daría?... “pero
Eru no aprobaría la obra de Melkor como para permitir la independencia de los
Orcos”. Eru no le concedería ese fëa, como hizo con Aulë...“concedería Eru fëar
a tales criaturas?. A las Águilas etc. quizá. Pero no a los Orcos.”.
Además de la
imposibilidad de que Morgoth concediera la vida (voluntad, raciocinio) a los
Orcos, también podemos advertir otra regla de su mitología: ningún Ainur puede
alterar el destino de los Eruhíni (Hijos de Eru), de ahí que se pregunte: En
ese caso es muy poco probable que utilizara a los Elfos como base. Además ¿son
los Orcos inmortales, en el sentido élfico? De acuerdo a su legendarium, si los Orcos tuvieran un origen élfico,
los Orcos serían inmortales a la manera de los Elfos. Sobre esto, podemos leer
la Carta nº 153:
"Pero ellos [los Valar] son sólo
espíritus creados -de un orden angélico elevado, diríamos, con ángeles
asistentes menores- dignos de reverencia, pero no de veneración; y aunque potencialmente
'subcreadores' y residentes de la Tierra (...) no pueden por propia voluntad
alterar ninguna provisión fundamental. (...) Siendo la Inmortalidad y la
Mortalidad dones especiales de Dios a los Eruhíni (en cuya concepción y
creación los Valar no tuvieron parte alguna), debe suponerse que ninguna
alteración de especie fundamental podría ser efectuada por los Valar aun en un
caso único: los de Lúthien (y Tuor) y la situación de sus descendientes fue un
acto directo de Dios."
Carta
nº 153. (1954). p.228. Cartas Tolkien
También
podemos observar que el Texto VIII apunta la probabilidad de que algunos (sólo
algunos) fueran Maiar. Pero éstos eran excepciones de su procedencia
fundamental.
Después Tolkien, en el texto VIII, ante sus dudas con la naturaleza élfica de los Orcos, y después de recordar un párrafo de El Monte del
Destino, se plantea la posibilidad de que fueran animales, criaturas sin fëa
que podían haber sido hechas por Melkor. Para que fuera factible, dado que los
Orcos hablaban, el habla no constituiría necesariamente un signo de raciocinio.
Pese a esto, el texto finaliza valorando de nuevo la posibilidad del origen
élfico.
A este texto
probablemente le sigue el texto IX (p.471
El Anillo de Morgoth), pues toma como punto de partida la conclusión del texto
anterior: “Por tanto cabe la terrible posibilidad de que hubiera sangre
élfica en los Orcos”. Como decía,
el pasaje añadido en que vuelve a pensar en un origen animal es de escritura
posterior.
“Esto sugiere – aunque no se dice explícitamente- que los «Orcos» eran de origen élfico...Sólo hay una cosa segura: Melkor no
podía «crear» «criaturas»
vivientes con voluntad propia... Es probable que esos Orkos tuvieran un origen
mixto. La mayoría de ellos simple (y biológicamente) eran corrupciones de los
Elfos (más tarde es probable que también lo fueran de los Hombres). Pero
siempre debió haber entre ellos numerosos espíritus menores corrompidos que
asumieron formas corpóreas similares..”
Texto IX La Transformación de los Mitos (1959) p. 470. El Anillo de Morgoth
El origen de los Orcos ya no es solamente élfico, sino que es mixto (Hombres y Elfos) y adicionalmente Maiar corruptos. Lo cierto es que ese origen mixto salvaría ciertas dificultades cronológicas que tendría si su procedencia fuera únicamente humana, como veremos en el siguiente texto. Pero antes de esto, me gustaría recuperar el añadido del Texto VIII, en el que Tolkien se vuelve a plantear un origen animal. Como decía, ese añadido era posterior, tanto al Texto VIII, como probablemente al IX. Es lógico pensar si no era esa la última decisión de Tolkien, pero la procedencia animal queda descartada con un escrito de finales de 1969 y que surge de una frase que aparece en el Texto X (p. 474. El Anillo de Morgoth) en que se comenta la inevitable naturaleza de marioneta de las criaturas hechas por uno de los grandes Poderes. Comenta Christopher que la nota debía guardar relación con las palabras “Pero los Orcos no eran de esa clase…”
“Los orkos, en verdad, parecen a veces haberse visto degradados a una situación muy similar [criaturas que actuaban mientras concentrara en ellas su voluntad, títeres], aunque de hecho guardan una profunda diferencia
En cualquier caso, la cantidad de orkos que eran «absorbidos» de ese modo constituía solo una pequeña parte del total […] Así pues, la mayor parte de los orkos, a
pesar de estar bajo sus órdenes y bajo la oscura sombra del miedo que les
inspiraba, sólo eran objetos intermitentes de su pensamiento e interés
inmediatos, y mientras éstos se dirigían a otra cosa recuperaban la
independencia y lo odiaban, a él y su tiranía.”
Nota
al Texto X La Transformación de los Mitos
(año 1969) p. 479. El Anillo de Morgoth
Podemos señalar
que la decisión final de Tolkien fue que los Orcos tenían independencia, o
cierta independencia, y de este modo queda descartada su procedencia animal,
pues tampoco Eru concedería fëa a unas criaturas (animales) hechas o
corrompidas por Morgoth.
Ahora es el
momento de ver el texto X, que es probablemente posterior al IX, y se puede
decir que es el último escrito referente al origen de los Orcos, al margen de
la cita donde se descarta la naturaleza animal.
El texto X se puede fechar en torno a 1959-1960.
“Quienes creen que los orcos fueron criados a partir de algún tipo
de Hombres, capturados y pervertidos por Melkor, afirman que es imposible que
los Quendi conocieran a los Orcos antes de la Separación y la partida de los
Eldar. Pues aunque no se conoce cuándo despertaron los Hombres, aun los
maestros que lo sitúan más pronto, no le asignan una fecha muy anterior a la
Gran Marcha, en verdad no lo bastante anterior como para que los Hombres se
corrompieran en Orcos…
Así pues, esta opinión sobre el origen de los Orcos topa con
dificultades cronológicas*. Pero ...la teoría sigue siendo la más probable… Melkor era incapaz de crear criaturas
vivientes...Pero en caso de que intentara en verdad hacer criaturas propias
por imitación o mofa de los Encarnados, sólo conseguiría, igual que Aulë, crear
títeres. Pero los Orcos no eran de este tipo...podían actuar por cuenta
propia...
Además, los Orcos siguieron
viviendo, reproduciéndose, destrozando y saqueando después de que Morgoth fuera
derrotado. También compartían otras características con los Encarnados. Tenían
lenguaje propio… Necesitaban comer y beber… Podían ser asesinados y estaban
sometidos a las enfermedades; pero a parte de estos males fallecían y no eran
inmortales a la manera de los Quendi; de hecho, al parecer eran de corta vida
por naturaleza, en comparación con la vida de los Hombres de razas más
elevadas, tales que los Edain.
Morgoth tenía muchos
seguidores... (Maiar) los encargados de dirigir solían tener forma de orco
(Boldog: maiar con forma de orco)”
Texto
X La Transformación de los Mitos
(1959-1960) p. 473-478. El Anillo de Morgoth
*El momento del despertar de
los Hombres debería ser más atrás: «la
llegada de los Hombres se trasladará mucho más atrás. Los Hombres deben
despertar cuando Melkor está todavía allí [en la Tierra Media] debido a la
Caída.» (Nota 3 p.480 y p.431. El Anillo de Morgoth)
Tras la
finalización del Texto X, Christopher dice lo siguiente: “Ésta pues, parece
ser la opinión final de mi padre sobre la cuestión: los Orcos se criaron a
partir de los Hombres, y si «la concepción mental de los Orcos puede
remontarse muy atrás en el pensamiento de Melkor» fue Sauron quien, durante las edades del cautiverio de Melkor en Aman,
creó los ejércitos negros que su Amo tuvo disponibles a su vuelta”. Christopher Tolkien. p. 478 El Anillo de
Morgoth.
Por lo que hemos podido leer, parece que a
Tolkien el origen humano era el que más le convencía en último término. Los
Hombres eran los idóneos por comportamiento y naturaleza. En este Texto X,
Tolkien comenta las características que tendrían los Orcos con procedencia
humana, propias de los encarnados, comían, bebían y enfermaban, así como eran
mortales a la manera de los Hombres. Pero como señalaba anteriormente, este
origen tiene problemas cronológicos debido al despertar de los Hombres y la
aparición de los primeros Orcos. Según la mitología clásica, los Orcos surgieron
antes de la Gran Marcha de los Elfos, mientras que los Hombres se revelaron
mucho después, con la primera subida del Sol.
Lo cierto es que Tolkien tenía intención en esa época de realizar una serie de cambios en su legendarium, concretamente en su cosmogonía, en la creación del mundo. Escribió varios textos en 1959 en los que calificaba como «poco creíble», astronómicamente hablando, la hechura del Sol y la Luna, los cuales procedían del último fruto de los Árboles de Valinor. Decía que «la mitología cosmogónica debe representar a Arda tal y como es, más o menos: una isla en el vacío «entre las estrellas innumerables». El Sol sería coevo de la Tierra» (El Anillo de Morgoth, p.428).
“¿La
Marcha de los Eldar es entre grandes lluvias?
Los
Hombres despiertan en una Isla entre las aguas…
Por
tanto, la llegada de los Hombres se trasladará a mucho más atrás…
¿Los
Hombres deben despertar cuando Melkor todavía está allí [en la Tierra Media]?,
debido a la Caída?. Por tanto en algún momento durante la Gran Marcha.”
Texto
II La Transformación de los Mitos
(1959-1960) p. 431. El Anillo de Morgoth
Sobre este cambio, Christopher comenta que “si el despertar de los Hombres se sitúa aún
en un punto muy tardío de la Gran Marcha de los Eldar se retrasará más de 3500
Años del Sol” (p. 481 El Anillo de Morgoth)
El Texto II,
un escrito con la idea de regenerar su mitología, acaba con una observación de
Christopher “… no existe ninguna otra
presentación completa de la <nueva mitología>; además, en cualquier caso
parece discutible que aunque decidido en mente a abandonar el antiguo mito del
origen del Sol y la Luna mi padre dejó en suspenso la formulación y expresión
del nuevo. Es posible... que este
texto experimental le hiciera ver que la vieja estructura era demasiado global
y estaba demasiado interrelacionada en todas sus partes para soportar una
cirugía tan devastadora.”
Texto II. La Transformación de los Mitos p. 437. El Anillo de Morgoth
Podríamos
decir que, aunque la intención de Tolkien era que los Orcos descendieran de los
Hombres, no llegó a cambiar su mitología para que fuera posible
cronológicamente. El nuevo legendarium no llegó a concretarse, bien por falta
de tiempo, bien porque posteriormente vio que no era posible, o por ambas
cosas. En cualquier caso, en 1968 Tolkien escribió
un ensayo que Christopher llamó De los Enanos y los Hombres. Allí se
cuenta la historia de los Drúedain, y en una nota Tolkien seguía otorgando un
origen humano a los Orcos:
“A alguien que, con
talante no amistoso y no conociéndolos bien, declaró que Morgoth debió de haber
criado a los Orcos a partir de una cepa semejante, los Eldar respondieron: —Sin
duda, Morgoth, que no puede crear nada vivo, crio a los Orcos a partir de
varias especies de Hombres, pero los Drúedain deben de haber escapado de su
sombra; porque su risa y la risa de los Orcos difieren tanto como la Luz de
Aman y la oscuridad de Angband. —Algunos pensaban, no obstante, que había
habido un remoto parentesco que daba cuenta de la especial enemistad que se
tenían. Orcos y Drûgs se consideraban unos a otros como renegados.”
Cuentos
Inconclusos (edición 2020). Los Drúedain. Nota 5 p.417
Una vez hemos
visto todos los textos donde Tolkien habla de los Orcos y su procedencia, cabe
exponer las siguientes conclusiones:
La primera es
la de descartar el origen animal. Aunque Tolkien llegó a planteárselo (Texto
VIII, La Transformación de los Mitos), luego lo descartó (Nota de 1969).
La segunda es
que algunos Orcos, los grandes capitanes, podían ser Maiar. Esta idea que
aparece en los Textos VIII, IX y X es independiente del origen primordial de
los Orcos y no excluyente.
Y la tercera es que una vez tenemos claro que los
Orcos eran seres racionales con fëa y no animales, debían surgir de seres
preexistentes con dicho espíritu, pues Eru nunca iba a dotar de vida a algo
hecho por Melkor. Y no hay más posibilidades que Hombres y Elfos. Los Enanos
también eran criaturas encarnadas, pero Tolkien jamás pensó en ellos, además
cronológicamente tampoco era viable.
Hubo un tiempo donde había quien decía que los Orcos surgieron de otras criaturas racionales preexistentes e independientes, distintas de las conocidas. Confundiendo la preexistencia con la independencia, fueron más allá dando a los Orcos un origen que Tolkien nunca se planteó, que nunca escribió, y que además contradecía la mitología. Se «inventaron» unas nuevas criaturas encarnadas, unos nuevos Hijos de Eru, diferentes de Elfos y Hombres.
Sólo hay dos
opciones factibles: Hombres o Elfos. Hemos visto que la procedencia humana era
la que más agradaba a Tolkien. Es posible también que prefiriera unos Orcos mortales que «inmortales», pero este destino no fue “impuesto” por Tolkien, sino que estaba
condicionado a su origen, de acuerdo a las leyes del legendarium. En el Texto
X, los Orcos son mortales porque en ese texto se habla de Orcos de origen
humano y en el VIII, cuando buscaba una procedencia distinta a la élfica, el
profesor se pregunta si son los Orcos
inmortales en el sentido élfico, en caso de utilizar a los Elfos como base. Como se ha dicho, esa pregunta que se hacía daba a entender que no le gustaba demasiado.
Desgraciadamente la opción humana topa con la
cronología de la mitología clásica, haciéndola inviable. De modo que el único
origen posible (en un primer momento) es el élfico. Podemos recordar el Texto VIII de La
Transformación de los Mitos, en el que el profesor llega a la misma conclusión:
“Por tanto cabe la terrible posibilidad de que hubiera sangre élfica en los
Orcos...”
La procedencia
élfica de los Orcos no presenta ningún tipo de dificultad o impedimento. Ni tan
siquiera las palabras de Finrod sobre Melkor y su incapacidad de pervertir a un
pueblo entero, rebatidas al final del Texto VIII. También es la más sólida, pues el legendarium
(AAm y QP2) está escrito de acuerdo a este origen.
No obstante, la solución más satisfactoria probablemente sería la que el propio Tolkien expuso en el Texto IX: la teoría mixta de Hombres y Elfos. De esta forma, los primeros Orcos podrían proceder de los Elfos y, una vez solventado el problema cronológico, los siguientes podrían hacerlo de los Hombres, como Tolkien deseaba, más adecuado por su comportamiento. Adicionalmente algunos Orcos serían Maiar.
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